Definimos las estrategias de enseñanza como el conjunto de decisiones que toma el docente para orientar la enseñanza con el fin de promover el aprendizaje de sus alumnos. Se trata de orientaciones generales acerca de cómo enseñar, considerando qué queremos que nuestros alumnos comprendan, por qué y para qué.
Las estrategias de enseñanza que un docente elige y utiliza inciden en:
1. Los contenidos que transmiten a los alumnos.
2. El trabajo intelectual que estos realizan.
3. Los hábitos de trabajo, los valores que se ponenen juego en la situación de clase
4. El modo de comprensión de los contenidos sociales, históricos, científicos, artisticos, culturales entre otros.
Las estrategias tienen dos dimensiones:
a. La dimensión reflexiva en la que el docente diseña su planificación. Esta dimensión involucra desde el proceso del pensamiento del docente, el análisis que hace del contenido disciplinar, la consideración de las variables situacionales en las que tiene que diseñarlos y el diseño de alternativas de acción hasta la toma de decisiones acerca de la propuesta de actividades que considera mejor en cada caso.
b. La dimensión de la acción involucra la puesta en marcha de las dimensiones tomadas.
Las dimensiones anteriores se expresan a su vez en tres momentos:
1. El momento de la planificación en la que se anticipa la acción.
2. El momento de la acción propiamente dicha o momento interactivo.
3. El momento de evaluar la implementación del curso de acción en el que se reflexiona sobre los efectos y resultados obtenidos, se retroalimenta la alternativa probada y se piensan y sugieren otros modos posibles de enseñar.
La buena enseñanza es aquella con intencionalidades definidas y explicitas que promueve la interacción entre los alumnos y los docentes, y entre los propios alumnos, y que transcurre en un espacio, tiempo y en un contexto socioeconomico determinado, es aquella en la que un docente apelando las ideas o a recursos nuevos o existentes encuentra un sentido, un para qué de ese hacer, lo lleva a la práctica, recupera de modo reflexivo lo que ocurrió y puede pensar en mejorar futuras acciones.
Estrategias entre la teoría y la práctica
Hay que destacar algunos principios que debemos tener en cuenta en el momento de planificar las estrategías de enseñanza, con el fin de promover aprendizajes significativos.
1. Acordar con los alumnos las metas de aprendizaje. Estas deben ser precisas y explicitas de tal modo de intentar establecer entre Profesores y Estudiantes un compromiso de tarea en común. El alumno tendría que implicarse y asumir una responsabilidad creciente por su aprendizaje.
2. Crear situaciones que requieran del uso del conocimiento de los conceptos, de los fenómenos, principios de las reglas y los procedimientos de las disciplinas en diferentes contextos.
3. Plantear la producción de tareas genuinas y de problemas reales propios de la disciplinas con el fin de promover la interacción con el mundo real.
4. Orientar hacia el uso de materiales y fuentes variadas tanto para obtener información como para producir distintos tipos de comunicaciones.
5. Desafiar a los alumnos con tareas que vayan más allá de sus habilidades y sus conocimientos lo cual implica proponerles actividades que puedan resolver con lo que ya tienen y saben, pero también actividades para los cuales necesiten buscar nueva información, nuevas maneras de solucionarlas.
6. Estimular la producción de soluciones alternativas.
7. Favorecer diferentes usos del tiempo, los espacios, las formas de agrupamiento.
8. Promover la evaluación continua: la autoevaluación entre pares, la del docente, escrita, oral, etc, que a su vez involucre instancias de reflexión de los estudiantes sobre sus propios modos de aprender y sobre lo aprendido.
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